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“Nacemos del amor.
El amor es nuestra madre.”

Rumi

MAMÁS

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Todas las mamás somos puro amor.

Todas las mamás queremos a nuestras “crías”. Las cuidamos, alimentamos, consolamos, les damos cariño, y si hiciera falta las protegeríamos como unas verdaderas leonas.

Las mamás damos de manera incondicional, olvidándonos muchas veces de nuestras propias necesidades. Toda nuestra atención, al igual que la de nuestra familia y amigos, están dirigidas al bebé. Es natural… Pero… y nosotras? Dar a luz, aparte de la maravilla y felicidad de traer al mundo a un nuevo ser también tiene su sombra. Es dolor, estrés, cansancio, sueño, miedo, preocupación e incertidumbre. Los 9 meses de embarazo dejan nuestro cuerpo completamente revuelto, por fuera y por dentro. Lo invisible para los ojos, si tenemos suerte, a veces sale en forma de lágrimas. Sin embargo, en otras ocasiones se queda profundamente guardado en nuestro interior para surgir con más fuerza en el futuro… El cuerpo tarde o temprano llega a un equilibrio. Pero cuesta…

Si tú que estás leyendo estas lineas, acabas de ser mamá, te quiero decir que sé cómo te sientes. Por eso me gustaría proponerte algo que a mi me hubiera gustado recibir hace 6 años cuando volví a casa con mi hijo recién nacido.

 

Quisiera ofrecerte una sesión de reflexología podal orientada a las mamás que deseen ayudar y apoyar a su organismo en su regreso a la normalidad después de tener a su bebé. Su objetivo es proporcionar una relajación profunda, desconexión, placer, y a nivel fisiológico: equilibrar el sistema hormonal, sistema nervioso,  aliviar el dolor, mejorar la circulación, estimular los órganos para optimizar su funcionamiento. Aportar paz.

Lo maravilloso es que esa paz también se transmite al bebé. El beneficio es doble!

 

¿Ya … pero cómo?

El primer mes después de la vuelta del hospital suele ser el más  difícil en todos los sentidos, por eso ofrezco visitas a domicilio (siempre y cuando pueda llegar a tu casa en metro, zona A).

Puedes estar acostada en tu cama con el bebé en brazos, o dándole el pecho, o mientras tu pareja o alguien que te ayuda le lleva de paseo.

El masaje dura más o menos 50 minutos.

 

Por supuesto puedes olvidarte de la pedicura, depilación de piernas o del estrés de que la casa no está suficiente recogida para las “visitas”.

Acuérdate de que yo también soy madre :D

 

Si estás leyendo esto y  no eres una persona que acaba de ser mamá o ni siquiera estás embarazada, pero conoces a alguien que sí lo es o va a tener un bebé en breves y te gustaría regalarle algo especial, algo para ELLA (y no me refiero a un mini body de Los Ramones o un ramo de flores), una tarjeta regalo de una sesión de reflexología para mamás podría ser una gran idea.

Si te interesa, por favor envíame un mensaje por whatsapp.

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